Figuring myself out Pt. 1

¿Para qué quiero conocerte, faltando tanto por conocerme?
Dile crecer, o madurar, tal vez. Tal vez no, tal vez sólo es descubrirme, darme cuenta de lo que puedo sentir y lo que puedo evitar sentir. Diferenciar entre lo que quiero y lo que debo hacer, o lo que no debo o no quiero hacer, lo que necesito hacer. Por mí.

Sólo por mí.

¿Qué tanto me doy a mí misma?
¿Qué tanto me quito? ¿me arrebato?

Dejarme sentir, permitirme tocar y ser tocada.

No ver. Nada. Liberarme de lo que me ata ¿qué me ata? ¿qué me mata?
Lento.. Frágil.

So frágil, soy fuerte, soy piedra, soy mar.

Impredecible, pero no lo notas.
Soy nadie, soy nada, soy todo.

Soy yo.

Yo y nadie más, yo y todos, todas, todo; nada.

Querer crecer, querer creer, salir, conocer, conocerme.
Regresamos al principio.
Quiero.

No necesito. Quiero.

Otra vez en Noviembre.
Y no me di cuenta y el frío ya calzó mis sábanas, tan faltas de tí.
Sí, te tí.
De tí que ni te imaginas que sin querer me estas enamorando
De tí que no tienes idea de lo mucho que te pienso y lo poco que te lo digo
Otra vez en Noviembre, olvidando todas las promesas que siempre me hago
Otra vez apostándole al caballo flaco, al mastín desolado.
Pidiéndole peras a un árbol que ni olmos sabe repartir.
Ganas de amar, de ser amado. De amarte.

Otra vez queriendo adivinar tus movimientos, para rozar tu mano sin parecer gesto forzado.
Otra vez volando bajo, cerca del mismo precipicio al que le conozco a la perfección las grietas.
Perdona si no sé cómo decírtelo, tu sola presencia me pone a temblar.
Tus ojos se me acercan, danzando por atención, rogándome que no los vea.
Y tu boca..

Y tú..

Y otra vez yo.